Jude Bellingham debutó a lo grande en su primer Mundial. Qatar ya sabe la calidad que tiene un jugador que a sus 19 años está llamado a ser uno de los centrocampistas de referencia del futuro. El jugador del Borussia Dortmund fue el jefe del centro del campo de Inglaterra y por sus botas pasó mucha parte del juego de los británicos, que ante Irán en su primer partido en el torneo presentaron su candidatura al título.

La primera parte de Bellingham fue, simplemente, perfecta. Hizo un gol con un gran cabezazo en el único disparo que realizó a puerta y tuvo una efectividad del cien por cien en el pase. Dio correctamente los 40 que realizó, especialmente importantes fueron los 10 que dio en el último tercio del terreno de juego. Además, completó dos regates y ganó cinco duelos. Un recital para un jugador de 19 años que se estrenaba bajo el mayor foco del fútbol mundial.

En la segunda mitad continuó con su recital. El inglés mandaba e Inglaterra disfrutaba. En el segundo gol de Saka se movió a la perfección para que su compañero terminase definiendo a la perfección. Incluso, mientras se realizaba el cambio de Maguire, que se marchó lesionado, tuvo tiempo para ejercer como central en un ataque de Irán.

Bellingham, que con su gol a los 35 minutos se convirtió en el primer jugador nacido en el año 2000 o posterior en hacer una diana en un Mundial, lo que demuestra que la Generación Z ya está aquí, ha dado un golpe en la mesa en su primera aparición en una Copa del Mundo. Nadie sabe si sus mejores años los dará como centro campista, mediapunta o director de orquesta, pero lo que parece evidente es que en la figura de este jugador, por el que se pelean los grandes del fútbol como Real Madrid, Liverpool y PSG, hay un proyecto de estrella.